domingo, 13 de febrero de 2011

LOVE'S RAIN

Ernest Descals

 La fría lluvia ardió al estallar en su cuerpo.
            El sonido de la pasión, sinfonía de un corazón agitado, se hizo presente inundando el espacio antes ganado por la penumbra silenciosa.
            Ingresó despacio, sin siquiera atinar a secarse o cambiarse la ropa mojada. A pesar de la oscuridad, su paso era seguro y decidido.
            Mientras recorría el estrecho pasillo de la entrada, una mano firme la detuvo tomándola por la cintura. Otra, más osada, le acarició su desnudo cuello. Curiosamente, no temió, se dejó llevar, como si lo estuviera esperando con pertinaz paciencia.
            Esas manos, curiosas y románticas, muy rápido doblegaron la resistencia de su blusa para dejar visibles sus blancos, húmedos y turgentes pechos. Su abundante cabello goteaba lágrimas de antaño, hoy convertidas en delicados cristales.
            Su ser se contraía prisionero de un ansia, sólo la certeza de encontrar sensual sosiego, lograba mitigar tanto desborde y arrebato.
           Cuando se dio vuelta, no hizo otra cosa más que mirar aquellos ojos y se hundió en el deseo que ellos reflejaban.
Afuera, la lluvia fue cómplice y confidente de esa pasión, exenta del juicio de los mortales incautos.

Ricardo Tejerina / 2009